El vino elegido para la comida fue Ètim Negre 2006, un tinto del Montsant compuesto de 60% Garnacha, 30% Mazuelo y 10% Syrah. La garnacha da unos vinos que por lo general envejecen rápido si no se apoyan en otra variedad. La mazuelo (que es otro nombre de la cariñena) le aporta acidez y taninos a este vino que es de un color cereza oscuro y tiene aromas de fruta roja madura, vainilla y notas de cuero. En la boca, es sabroso, con buena acidez y taninos suavemente integrados. Un vino elegante y de corte moderno que armonizó a la perfección con el toque picante de los callos y que no dejaba de acompañar bien a la carrillera y las mollejas del revuelto.
Actualización: El post completo de Eduardo en su blog, es espectacular (GM)
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los buenos vinos tienen (mas) sentido con buena gente... donde va a parar.
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